En la pequeña biblioteca de mi casa habitan las mujeres escritoras de otras latitudes y culturas, como Joumana Haddid. Al adentrarme en las historias siento el permiso para entrar en sus casas y pasear con la ligereza de la que no ha dejado nada atrás, de la que viaja. Sumergida en existencias y cosmovisiones voy construyendo una narrativa de la vida, de la otra y de nosotras acorde a las diferentes realidades que nos atraviesan (el machismo, el paternalismo occidental, el relativismo cultural, el poder opresor de las religiones…) y creo ver con más nitidez la vida. Leyendo a Joumana siento que sus frases resuenan en mí como dinamita, es un Bummmm!!, como cuando hace referencia al personaje bíblico que abandonó voluntariamente el paraíso para no vivir obedeciendo y entonces Dios creó a Eva, la mujer sumisa, de las costillas de Adán. “Yo pertenezco a la estirpe de Lilit, la mujer que es libre hasta de la libertad”. Recojo la rebeldía vital de Lilit, la desobediencia ante lo injusto y una mirada curiosa ante la vida para encontrarme con lugares de energías tan poderosas como inexplicables (esa es mi tierra), con personas tan fascinantes como sabias, con aprendizajes tan reveladores como emancipadores y con una profesión que me permite ir llenando la vasija de toda esa riqueza y compartirla. No es envano que las palabras de Joumana tengan un sitio destacado en la web para que las haya hecho mías y también tuyas. « Soy lo que me dijeron que no pensara, que no dijera, no soñara, no me atreviera. Soy lo que me dijeron que no fuera»